Defender lo indefendible.
No tengo ninguna duda que Theo Hernández no tenía intención de lesionar a Aleix Vidal. Pero entrar con esa dureza en el minuto 86, cuando el marcador es de 0-6, es una imprudencia temeraria. Un accidente, sí; mala fortuna, también. Pero llega como consecuencia de una dureza innecesaria y desproporcionada. Más grave es Continúa leyendo