Cristiano Ronaldo está desesperado. Tanto es así que el delantero del Real Madrid dio el visto bueno para que una de las personas que están tratando su lesión se pusiera en contacto con los servicios médicos del FC Barcelona para tener una segunda opinión. Cristiano era consciente de la profesionalidad de los servicios médicos que cuenta el club blaugrana y aprobó desde el primer momento esta consulta.
La situación en todo caso no deja de ser esperpéntica porque lo único que parece claro es que Cristiano Ronaldo no se fía de los servicios médicos del Real Madrid. De hecho, tras el diagnóstico erróneo de la lesión que se produjo ante el Villarreal, Cristiano ha ido de mal en peor. Primero recayó durante el entrenamiento previo al partido contra el Manchester City, luego fue a hacerse una resonancia por cuenta propia en Manchester, lugar que conocía de su estancia en el United, y posterioremente ya en Madrid se dirigió al Hospital Ruber para hacerse una nueva exploración. El grado de esperpento llegó a tal extremo que el jugador abandonó el parkuing de la clínica escondido en el maletero de su coche. Y evidentemente todo esto a espaldas del Real Madrid.
La única realidad fehaciente es que Cristiano está dispuesto a todo para solucionar su rotura de fibras y poder jugar el partido de vuelta ante el City en el Bernabéu del próximo miércoles. Hasta el punto de aliarse con el enemigo.