Patadas, empujones, planchazos, coces, la justicia por su mano, puñetazos, cortes de mangas, insultos... El repertorio de acciones indeseables de Cristiano Ronaldo son más propias de un Balón de Hojalata que de un Balón de Oro, pero mientras el marketing siga imponiendo su ley en el fútbol, habrá que seguir soportando a este “angelito” que disfruta de bula arbitral con licencia para “matar”, como el agente 007.
La fama se la lleva Luis Suárez. Seguramente porque los medios dependientes del Real Madrid que se auto califican de “nacionales” se encargan de buscarle las cosquillas en cada acción. Y en eso tiene mucho que ver la rabia que producen sus goles, sus pichichis y sus Botas de Oro. Y mientras a Luis Suárez se le coloca en el disparadero como diana del pelotón de fusilamiento, Cristiano Ronaldo goza de inmunidad arbitral, de bula para dar rienda suelta a sus caprichos, tomarse la justicia por su mano u repartir coces, puñetazos, planchazos o lo que haga falta sabiendo que su prensa amiga no le va a traicionar.
El vídeo es suficientemente ilustrativo. A Suárez le expulsan. Y a Cristiano Ronaldo, por agresiones propias de un tuercebotas, se le permite andar suelto y con libertad incondicional. Las ha hecho muy gordas en el fútbol español y le han expulsado muy poquito. En Manchester no le pasaban una por alto, pero ya se sabe que lucir la camiseta del Real Madrid da derecho a todo, incluso a agredir salvajemente a sus rivales como un matón de barrio. Pero el malo es Luis Suárez, que nadie lo olvide. Conviene repetirlo mil veces para que se convierta en verdad. De eso va el discurso más perverso de la Caverna sometida.
