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Y tú, ¿cómo recuerdas el gol que nos dio el Mundial? Hoy hace 5 años.

Cinco años, 1.827 días. Es la distancia en el tiempo que separa al presente del momento en el que cambió la historia de España. Esta noche, a las 22.58 horas, se cumple el quinto aniversario del gol de Andrés Iniesta que cosió de por vida la estrella de campeona del mundo a la camiseta de la selección española.

Ángel María Villar colocó ese acontecimiento al lado de los más importantes de la historia del país. “Desde que España se constituyó como unidad nacional con los Reyes Católicos, el Mundial ha sido uno de los acontecimientos que más ha unido y más alegría ha generado. Es uno de los hechos de la historia de España”. Lo dijo en MARCA un año después del título. En el quinto aniversario, es el Rey del fútbol español el que recuerda aquel 11 de julio de 2010, su propia obra y lo que ha supuesto en su vida y en la de toda una nación.

¿El 11 de julio es para usted como el 11 de mayo, el día de su cumpleaños?
Un poco sí que es como el día de mi cumpleaños. Es una fecha muy señalada, muy importante a nivel personal. Se trata de una fecha especial personalmente, pero también para muchísima gente.

«Me siento un privilegiado por haber hecho feliz a tanta gente»

¿Le llegan felicitaciones cuando llega este día?
Cada año desde lo que ocurrió en Sudáfrica mucha gente se acuerda de ese momento cuando llega el 11 de julio.

Han pasado cinco años de aquel minuto 116 en Johannesburgo, del remate, del gol… Dijo que en ese instante escuchó el sonido del silencio. ¿Sigue oyéndolo?
Sigo experimentado emociones y sensaciones de ese momento. Te vienen todos los recuerdos de ese día, de ese instante. Es inevitable volver a ponerte en esa situación.

Recupere ese momento en el que todo se para, en el que ve caer la pelota, en el que hasta ha citado a Newton para contar el gol
Fue un momento increíble, parecía que todo se hubiera detenido, que estuviera congelado todo. Cuando hice el control se me quedó botando perfecta. Sabía que era el momento, que tenía que ser gol. ¿Por qué? No sabría explicarlo con palabras. Lo sentí. Era el momento, el nuestro, el de España. Hubo muchos más a partir del remate. El salir corriendo al córner para celebrarlo, el de Iker levantando la Copa…

¿Al marcar pensó que era el gol que valía el título, la estrella, todo?
No, sólo pensé que era gol, que el línea no levantaba la bandera. El partido no estaba todavía acabado.

«Todo el mundo se acuerda de lo que estaba haciendo en el momento del gol»

¿Qué es lo que surge en su mente cuando se pone a pensar en Sudáfrica?
No es sólo la jugada del gol. Son cosas de todo el Mundial, pero es verdad que en especial son del día de la final. Es una fecha señalada.

¿Tuvo algún presentimiento de que aquello podía pasar, de que estaba ante un momento único?
El inicio del Mundial no fue el mejor. Pero después de cómo fue la temporada, de la lesión última que tuve, sentía que ese tenía que ser nuestro Mundial, la última oportunidad. Y salió perfecto. El equipo fue creciendo mucho, sobre todo a partir de ganar a Chile, que era como una final.

¿Cómo fue aquel 11 de julio hasta que echó a rodar la pelota en el Soccer City?
Lo recuerdo como un día cargado de normalidad, parecía como si fuera un partido más. Reinaba una tranquilidad muy grande. No sabría explicar muy bien los motivos, porque estábamos ante la final del Mundial, la primera que iba a jugar España.

¿Es consciente de que ha cambiado la historia de un país?
No sé si esa es la palabra. En tu mente está que has tenido la oportunidad de entrar en la historia de tu país, en la del fútbol. Y eso es muy grande. La dimensión que tiene haber conseguido algo único como el Mundial es mágica, es el sueño que tiene cualquier niño. Muy pocas personas tienen la posibilidad de ser campeones del mundo.

«Sentía que ese era nuestro Mundial, que era la última oportunidad»

Después de cinco años y todo lo que ha vivido, mire a su infancia, ¿encuentra algún momento en el que imaginara todo esto?
No. Después de debutar con la selección en Albacete en 2006, una de las cosas más grandes que me han pasado, era muy difícil pensar que dos años después íbamos a ganar la Eurocopa y luego el Mundial. Ganar una de las dos ya es algo que cuesta un mundo, y España nunca había estado cerca de ser campeona mundial. Hemos vivido cosas que no se podía imaginar nadie. Ha superado los sueños.

¿Cuántas veces ha visto el gol?
Muchas, muchísimas. Imposible dar una cifra cercana. Tú lo has visto en tu ordenador, te lo has puesto en tu móvil, en la tele. Es un momento que nunca se podrá olvidar, es una fecha para siempre, que no se borrará jamás.

¿Y el partido?
También muchas. Al margen de que lo han puesto en un montón de ocasiones, es que a mí me gusta ver mis partidos para mejorar, más allá del valor de la final.

¿Y qué pasa justo después de que Webb pitara el final?
Cuando oigo los tres pitidos, me derrumbo en el césped. Entonces llega Víctor Valdés corriendo, pero no le salían las palabras. Sólo lloraba y lloraba.

¿Le dice mucha gente que ha llorado viendo el gol?
Sí. He oído situaciones de todo tipo, de máxima locura. Todo el mundo se acuerda de qué hacía, dónde estaba y con quién. Me han contado cosas de todo tipo: gente que lloraba, otros que se lesionaron en la celebración…

¿Qué es lo más bonito que le ha pasado a causa de ese gol en el Soccer City?
Soy muy afortunado por haber vivido ese momento. Me quedo siempre con el cariño de la gente, con un simple ‘gracias’ o ‘te lo mereces’. Son palabras que van más allá. Es inexplicable la felicidad de los míos, de la gente que me rodea. Ya no es lo que tú sientas, es la felicidad que ves a tu alrededor.

¿Se queda con alguno de los homenajes o premios que ha recibido?
Cada vez que la gente me muestra su cariño o respeto por lo que hago me llena, sea un acto privado, público o que me lo diga alguien por la calle. Son cosas que te llenan como persona.

¿Se siente el ojito derecho de España?
No tanto, pero sí muy respetado. Lo siento cuando me han cambiado en algunos campos. A la gente le sale lo que tiene dentro, igual que cuando me silban o me dicen cosas que no quisiera oír.

En Holanda le pitaron en el amistoso jugado en marzo en Ámsterdam y Hiddink, entonces seleccionador holandés, dijo que pitar a Iniesta era no tener vergüenza
Son palabras significativas. Él quería decir que no se podía hacer eso por un momento puntual. Pero repito, la gente muestra lo que cree y nada hay que añadir.

¿Le han puesto colorado muchas veces a base de piropos?
No es que no me guste, pero no me siento supercómodo cuando me halagan a la cara. Entiendo que el trabajo que hago debo llevarlo a lo máximo y cuando cumplo creo que he cumplido. Cuando la gente te lo agradece con un simple ‘gracias’ te gusta interiormente, claro.

Pues usted ha hecho feliz a mucha gente
El deporte en general, y en especial el fútbol, tiene eso, que traspasa barreras únicas. Me siento un privilegiado por haber hecho feliz a tanta gente. Saber que di felicidad a la gente es la mejor recompensa que se puede tener.

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